sábado, octubre 11, 2014



El poder sanador de la risa
Cuando de chico leí que una carcajada bien sonora, salida del alma,
movilizaba más la energía en el cuerpo que una serie de intensas actividades
deportivas o aeróbicas, me quedé impactado por la potencia sanadora de la
risa.
Con el tiempo accedí a explicaciones científicas sobre como el organismo
moviliza sus recursos infinitos de recuperación, cuando el humor se instala
y las emociones provocadoras se distienden ante la risa benéfica.
Las endorfinas, hormonas de la dicha, se despliegan en el campo de nuestro
cuerpo, cuando la distensión y el placer se conectan con el humor, con esa
puerta de acceso a la libertad del Ser, que comienza cuando uno en lugar de
juzgar, directamente ríe.
Más aún si esa risa se autorefiere, es decir si aprendemos antes que nada a
reírnos de nosotros mismos, el efecto es explosivo, de polaridad positiva.

Podemos pasar de un dicho gauchesco con su proverbial sabiduría: "El que se
ríe, los mal es aleja", a una profunda reflexión espiritual de Osho, cuando
dice que la risa detiene a la mente, y que por eso proviene del corazón. La
mente es tramposa. el corazón es sabio.

El hombre es el único ser de la creación capaz de reírse, Tiene el mecanismo
de la evolución divina en un clímax tal que le permite detener el tiempo en
ese instante. Fundirse en el motivo de su existencia en esa risa, que dicen
los avatares, es la risa de Dios.

Dios es el gran humorista, que permite en forma compasiva que esta humanidad
continúe, a pesar de su falta de amor y de humor.

Así que seres queridos, a reírse mucho; pero no del otro, sino junto al
otro.
Reír nos sana, y en estos momentos más que nunca, necesitamos mecanismos
naturales, para preservar la salud, ante toda la tristeza que se nos quiere
vender, sabiendo que si perdemos la risa, perdemos literalmente la vida.

Gracias por existir
Claudio M. Dominguez




Cuando ames, no digas "te amo" si aún no sabes amarte a ti mismo.
Cuando ames, entrega todo lo que a ti quisieras que te den.
Cuando ames, no juzgues y digas "lo hago por que te quiero".
Cuando ames, aconseja con el corazón y no con la mente.
Cuando ames, no le des la espalda ni digas que lo haces porque debe hacerlo solo.
Cuando ames, enséñale a caminar solo, y cuida cada paso que da.
Cuando ames, no mantengas mentiras por mantener una amistad.
Cuando ames recuerda que en la amistad no hay mentiras.
Cuando ames, nunca dejes de decirlo si el corazón te lo pide.
Cuando ames, grita tu amor y expresa tus sentimientos y emociones.
Cuando ames, entrega todo lo que el corazón te dicte, y nunca te restringas nada.
Cuando ames da gracias a Dios que puso los más hermosos sentimientos en tu interior.
Cuando ames, recuerda que el amor es libre y limpio,
y que sólo en corazones llenos de gozo se puede dar.
Cuando ames, no reniegues de tu amor ni maldigas el sentimiento.
Cuando ames, dedícate a amar y a cuidarlo, el amor no llega todos los días.
Cuando ames, que tu voluntad y tu fuerza te acompañen
y que el amor recorra cada milímetro de sangre que llevas dentro.



martes, julio 01, 2014


(Encarna Siles és una de les 200 protagonistes de la Internet catalana de Sobirania.cat. Aquest és l'índex onomàstic del llibre amb un miler de referències. Podeu comprar el llibre online.)

Encarna Siles: "S’estan perden els valors i el respecte per les persones".
L’experta mataronina va ser la primera dona espanyola a crear el seu propi bloc a la xarxa.
dissabte 8 de gener de 2011

La edad la marca el corazón no los años



A CIERTA EDAD
Dicen algunos que, a cierta edad, después de los cuarenta, nos hacemos invisibles, que nuestro protagonismo en la escena de la vida declina, y que nos volvemos inexistentes para un mundo en el que sólo cabe el ímpetu de los años jóvenes.

Yo no sé si me habré vuelto invisible para el mundo, es muy probable.
Pero nunca como hoy fui tan consciente de mi existencia, nunca me sentí tan protagonista de mi vida, y nunca disfruté tanto de cada momento como ahora.

Ahora se que no soy la princesa del cuento de hadas y que no necesito que me venga a salvar un príncipe azul en su caballo blanco, por que ni soy una princesa, ni vivo en una torre, ni tengo a un dragón que me esté custodiando.

Y por si fuera poco, saberme querida por muchas personas que me respetan y me quieren por lo que soy, si,… así un poco loca, mandona y muchas veces terca. También cariñosa, platicadora, besadora, abrasadora y a veces por algún motivo, triste, por que también tengo mis momentos tristes, esos en que pongo mi cara larga con un aire de pensante y me da por llorar.

Hoy me doy cuenta que no soy una mujer invisibles con ganas de vivir para disfrutar de mis hijos y nietos

es crear un mundo donde exista solo nuestro amor,
es saber escuchar su alma y saber interpretar su corazón,
es saber que dice su tono de voz,
es escuchar lo que él piensa por medio de su mirada,
es saber que él está conmigo en medio de la tormenta,
casarme con el hombre que amo,
es más de lo que mis letras pueden decir
me he dado cuenta que mi alma se casó con él
desde el día que lo conocí…