Los 13 museos repartidos por toda la ciudad, entre ellos el Museo Picasso (el más visitado),

Barcelona abre gratis sus museos los domingos por la tarde

Desbordados por el éxito.

La iniciativa del Ayuntamiento de Barcelona de abrir gratis sus museos los domingos por la tarde ha funcionado. Incluso demasiado. A las cinco de la tarde de ayer la cola para entrar en el Museo Picasso, uno de los 13 museos municipales que se han adherido a la convocatoria, ocupaba toda la calle de Montcada y la espera era de más de una hora. Centenares de personas se agolpaban ante la entrada de un museo en el que generalmente las colas las hacen sólo turistas o escolares. Para amenizar, en varios de estos centros se habían organizado actividades musicales y lúdicas que hacían más corta la espera.
Hasta ahora, estos museos municipales estaban cerrados las tardes del domingo y por la mañana, exceptuando el primer domingo del mes, la entrada es de pago. El delegado de Cultura del Ayuntamiento de Barcelona, Jordi Martí, estaba muy sorprendido del éxito tan "rotundo" del primer día: "Pensábamos que íbamos a conseguir algún resultado domingo a domingo, pero ya ha sido un éxito desde el principio".
Usos lúdicos

También explicó que el principal objetivo del consistorio es que los barceloneses se reencuentren con los museos de su ciudad y tengan un uso "más lúdico" de estos espacios culturales, "un patrimonio que es de ellos", indicó Martí, que destacó que de esta forma se amplía también la oferta cultural del fin de semana en la ciudad.

Los 13 museos repartidos por toda la ciudad, entre ellos el Museo Picasso (el más visitado), el Museo de Historia de Barcelona, el Museo de Ciencias Naturales, el Museo Barbier Mueller de arte precolombino, el Museo Frederic Marés o el Centro de la Imagen de La Virreina abrían sus puertas al público a las tres de la tarde y poco a poco se llenaron de público.

De momento, a la iniciativa no se han sumado las grandes instituciones artísticas de la ciudad, consorciadas, como el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona, el Museo Nacional de Arte de Cataluña o la Fundación Miró. Pero, según Jordi Martí, "estos centros se irán añadiendo poco a poco a la propuesta, a medida que encuentren la financiación para ello". El Ayuntamiento de Barcelona ha calculado que el coste de esta iniciativa será de 600.000 euros al año para los museos afectados.