amurallada de mediados del 1500 que encontramos alrededor de Santa Maria, basílica de tiempos heroicos.
Población y actividad económica
Mataró dispone de un gran nombre de habitantes. Desde hace muchos años, que comenzaron a industrializarse, es centro residencial inveterado donde la actividad agrícola -hortalizas: pimientos, monchetas, y col-, no ha dejado de tener un gran protagonismo. La huerta de Mataró todavía conserva sus características pese al intenso desarrollo urbano de la ciudad. Hay que decir, que tiene otras actividades económicas como la industria textil -género de punto-, que es la principal. También hay otras, como la construcción naval, la química, etc..., pero en todo caso, no son ni mucho menos tan influyentes como las otras. Es relevante saber que anualmente, desde ya hace unos años, se celebran actos como la feria Comercial que nos permite conocer y a la vez acercarnos al sector terciario dedicado a los servicios.
Historia
En un principio estaba la ciudad de Iluro, la Iluro Ibèrica de Burriac. Más adelante, la Mataró romana (nacida entre dos rieras) fue creciendo y convirtiéndose en zona de afluencia de muchos pescadores y marineros. Hacia el s.III d.c. los grandes terratenientes abandonaron las ciudades y se trasladaron a villas como esta (sinuosas, con pavimentos de mosaico, jardines interiores, etc...). La villa siguió habitada hasta la edad media. Más tarde, sobre las ruinas (s.XVI) se levantaba la torre de la familia Llauder. Las afueras de lo que en sus tiempos era Iluro con la villa de Torre Llauder -mansión rural dedicada a la elaboración, envasado y exportación de vino, cerca de la puerta Laietana- han sido modificados últimamente y las ruinas que se conservan se encuentran en otro recinto. El año 1780, ya con astilleros fabricados, se estableció la escuela náutica. Los pescadores mataroneses se convirtieron en expertos y algunos tuvieron el honor de participar en la fundación de la Illa Cristina en Huelva. Mataró era entonces la capital de la provincia marítima que nacía en Montgat y llegaba hasta Tossa de Mar. El comercio colonial, la construcción de veleros, la exportación de vinos y las primeras manufacturas textiles llevaron a Mataró al apogeo durante el siglo XVIII. Hay que decir, que las epidemias y las plagas de filoxera (1854 y 1888) arruinaron gran parte de los cultivos -muchos de patata primaverenca- que había y Mataró volvió a tener una mirada triste fijada en lo que pudiese venir más adelante. La instalación de la vía de ferrocarril que comunicaba Barcelona con Mataró el año 1848 y el fuerte crecimiento que se dio en el sector textil ayudaron a que el optimismo de los que querían Mataró subiese considerablemente.
Nomenclatura
El nombre de Mataró procede de una antigua torre de defensa, torre de Mata; gran masía fortificada que se alzaba sobre el turó de Onofre Arnau.
Monumentos y curiosidades
Tanto la basílica de Santa Maria (s.XV-XVII), como la Casa de la Ciutat (s.XVII), la iglesia de Sant Josep (XVI-XVII) y el convento de los Caputxins (s.XVIII) son destacadas cuando nombramos los monumentos históricos de Mataró más bien conservados. En cuanto a las masías, no debemos olvidar Cal Palauet, Cal Tria y Turó d'Onofre Arnau y Cal Cabanyes y la famosa casa de Cal Garí, obra de Puig i Cadafalch. Además, Mataró cuenta también con tres ermitas, Sant Miquel de Mata, Sant Simó y Sant Martí de Mata y una capilla románica: Mare de Déu del Viver. Curiosidades no faltan cuando se ha de describir Mataró y todo aquello que la caracteriza. Las fuentes -Burriac, Sant Doménech, Ciarà y Ballot-, los museos -el del Càntir y el de Puntes de Coixí-, y los restos arqueológicos de tiempos romanos ayudan a la hora de evidenciar la ciudad. Por último, hay que nombrar el puerto, que dispone de más de mil amarres.
Población y actividad económica
Mataró dispone de un gran nombre de habitantes. Desde hace muchos años, que comenzaron a industrializarse, es centro residencial inveterado donde la actividad agrícola -hortalizas: pimientos, monchetas, y col-, no ha dejado de tener un gran protagonismo. La huerta de Mataró todavía conserva sus características pese al intenso desarrollo urbano de la ciudad. Hay que decir, que tiene otras actividades económicas como la industria textil -género de punto-, que es la principal. También hay otras, como la construcción naval, la química, etc..., pero en todo caso, no son ni mucho menos tan influyentes como las otras. Es relevante saber que anualmente, desde ya hace unos años, se celebran actos como la feria Comercial que nos permite conocer y a la vez acercarnos al sector terciario dedicado a los servicios.
Historia
En un principio estaba la ciudad de Iluro, la Iluro Ibèrica de Burriac. Más adelante, la Mataró romana (nacida entre dos rieras) fue creciendo y convirtiéndose en zona de afluencia de muchos pescadores y marineros. Hacia el s.III d.c. los grandes terratenientes abandonaron las ciudades y se trasladaron a villas como esta (sinuosas, con pavimentos de mosaico, jardines interiores, etc...). La villa siguió habitada hasta la edad media. Más tarde, sobre las ruinas (s.XVI) se levantaba la torre de la familia Llauder. Las afueras de lo que en sus tiempos era Iluro con la villa de Torre Llauder -mansión rural dedicada a la elaboración, envasado y exportación de vino, cerca de la puerta Laietana- han sido modificados últimamente y las ruinas que se conservan se encuentran en otro recinto. El año 1780, ya con astilleros fabricados, se estableció la escuela náutica. Los pescadores mataroneses se convirtieron en expertos y algunos tuvieron el honor de participar en la fundación de la Illa Cristina en Huelva. Mataró era entonces la capital de la provincia marítima que nacía en Montgat y llegaba hasta Tossa de Mar. El comercio colonial, la construcción de veleros, la exportación de vinos y las primeras manufacturas textiles llevaron a Mataró al apogeo durante el siglo XVIII. Hay que decir, que las epidemias y las plagas de filoxera (1854 y 1888) arruinaron gran parte de los cultivos -muchos de patata primaverenca- que había y Mataró volvió a tener una mirada triste fijada en lo que pudiese venir más adelante. La instalación de la vía de ferrocarril que comunicaba Barcelona con Mataró el año 1848 y el fuerte crecimiento que se dio en el sector textil ayudaron a que el optimismo de los que querían Mataró subiese considerablemente.
Nomenclatura
El nombre de Mataró procede de una antigua torre de defensa, torre de Mata; gran masía fortificada que se alzaba sobre el turó de Onofre Arnau.
Monumentos y curiosidades
Tanto la basílica de Santa Maria (s.XV-XVII), como la Casa de la Ciutat (s.XVII), la iglesia de Sant Josep (XVI-XVII) y el convento de los Caputxins (s.XVIII) son destacadas cuando nombramos los monumentos históricos de Mataró más bien conservados. En cuanto a las masías, no debemos olvidar Cal Palauet, Cal Tria y Turó d'Onofre Arnau y Cal Cabanyes y la famosa casa de Cal Garí, obra de Puig i Cadafalch. Además, Mataró cuenta también con tres ermitas, Sant Miquel de Mata, Sant Simó y Sant Martí de Mata y una capilla románica: Mare de Déu del Viver. Curiosidades no faltan cuando se ha de describir Mataró y todo aquello que la caracteriza. Las fuentes -Burriac, Sant Doménech, Ciarà y Ballot-, los museos -el del Càntir y el de Puntes de Coixí-, y los restos arqueológicos de tiempos romanos ayudan a la hora de evidenciar la ciudad. Por último, hay que nombrar el puerto, que dispone de más de mil amarres.
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